Campeón !!!

Por Ramon Cortes,

Somosazsport,lanostalgiadelfutbol/ 28 de mayo de 2025

 

El Betis tocó el cielo con la yema de los dedos. Durante 45 minutos, el viejo sueño verdiblanco de levantar un título europeo no solo parecía posible, parecía inevitable. Ez Abde, ese joven eléctrico como un chispazo de esperanza, marcó un gol que congeló a media Londres y desató la locura en Sevilla. La magia de Isco, lúcida y elegante como en sus mejores noches, encendió el motor de un equipo que jugó con el corazón y con la historia en la espalda.

 

Pero los gigantes no duermen mucho. Y cuando despiertan, arrasan.

 

El Chelsea regresó del vestuario con la frialdad de quien ya ha estado aquí antes. Enzo Maresca, con cara de ajedrecista más que de entrenador, movió fichas. Y el tablero cambió por completo. Cole Palmer, ese joven inglés que parece haber nacido para noches como esta, se encargó de desarmar cada ilusión bética con precisión quirúrgica: primero asistió a Enzo Fernández, luego a Nicolas Jackson. El marcador se dio la vuelta como un truco cruel del destino: 2-1, y la marea azul ya era imparable.

 

A los 83, Sancho clavó la daga. A los 90+1, Caicedo firmó la sentencia. 4-1. Una goleada que no cuenta la historia real del partido, pero sí el peso de las camisetas, la profundidad de los banquillos y la jerarquía de los clubes grandes cuando huelen sangre.

 

Chelsea levanta la Conference League y se convierte en el primer equipo en ganar las tres competiciones europeas. Un récord. Un título más. Una noche más en la vitrina de un coloso.

 

¿Y el Betis? El Betis no ganó, pero dejó algo más difícil de conseguir: respeto. En un fútbol europeo que a menudo ignora a los románticos, el equipo de Pellegrini recordó que todavía hay lugar para los que sueñan. Lucharon. Resistieron. Se adelantaron. Pero el Everest sigue siendo empinado cuando enfrente hay millones, estrellas y experiencia.

 

La derrota dolerá. Pero el recuerdo, el gol de Abde, los cánticos en Breslavia, y ese primer tiempo mágico… eso ya no se los quita nadie.