Mexico en Glendale !!

 

Dicen que en la Copa Oro los fantasmas suelen llegar sin invitación. Pero esta vez, llegaron con pasaporte sellado desde Medio Oriente. Arabia Saudita, invitado inusual, ha cruzado mares y barreras culturales para plantarse en los cuartos de final. ¿Y quién lo espera? México, con su historia a cuestas, sus críticas al hombro y un futuro aún por definir.

 

El Tricolor terminó primero de grupo, sí, pero sin convencer. Ganó, empató, sufrió… como siempre. Porque México no sabe jugar sin drama, sin que el corazón se enrede en la garganta. Su fútbol aún no enamora, pero sus nombres —Edson, Raúl, Montes— siguen escribiendo páginas que la memoria no quiere borrar todavía.

 

Del otro lado, Arabia Saudita no viene a aplaudir. Llega con jóvenes que corren como si el balón quemara, con una táctica compacta y la ilusión intacta. No tienen historia en este torneo, pero sí hambre. Y a veces eso basta.

 

El duelo no será solo futbolístico: será un enfrentamiento entre pasado y sorpresa, entre tradición y ambición. México, con todo por perder; Arabia, con todo por ganar.

 

Porque en esta Copa Oro 2025, las certezas ya no existen. Y lo que parecía un simple trámite puede convertirse en una lección de humildad… o en el despegue de una selección que quiere volver a sentirse grande.